jornada de reflexión

Esta vez lo tengo más claro que nunca. Es necesario que todos vayamos a ejercer nuestro derecho al voto. Derecho que pienso debía de ser una obligación, ya que todos en algún momento nos quejamos de como actúa el gobierno de turno y así, habiendo votado nos podemos quejar con más o menos razón. Pero si dejamos de ejercer nuestro derecho a votar, para mi, perdemos el derecho a quejarnos. No hemos tomado parte en la decisión de elegir representante, no podemos quejarnos de la labor que hace el que sale elegido. Sea el que hayamos votado o no. Es muy cómodo quedarse en casa el domingo por la mañana, tumbado en el sofá y luego quejarse de que sube el pan, la gasolina o que no hay árboles bajo los que leer un libro en verano.